Finales del siglo XVIII. La costa de Bajamar era muy diferente entonces. Aquí se encontraba uno de los embarcaderos de Tejina, un enclave fundado por familias portuguesas donde desarrollaron el cultivo de la caña de azúcar y las viñas. 

Para evitar los ataques, robos de piratas y controlar el contrabando de mercancías se construyó en 1771 una fortificación militar: la Batería y Cortadura de Tejina y que popularmente se llamó el Castillo de Bajamar.

Esta es la razón por la cual la playa de Bajamar se conoce también como Playa del Castillo.  La estructura quedó destruida tras el violento temporal que azotó la isla en 1826 y en la actualidad no queda ningún rastro de su presencia.